La llegada por maps es muy sencilla, el recibimiento y la calidez de sus anfitriones es inmejorable, el espacio es cómodo y acogedor, a parte de las comodidades básicas cuentan con fogata, asador y nevera minibar. Como glamping está dentro del estándar, lo que lo hace maravilloso es la hermosa y cercana vista que tiene sobre toda la ciudad de Manizales. El desayuno es muy completo y exquisitamente preparado, tuve la posibilidad de probar sus productos lácteos hechos allí mismo, una completa delicia.
Horrible! Muy mal servicio