Tamales colombianos rico relleno de maíz, arroz, zanahoria, y un muslo de pollo. Es el restaurante más viejo de Bogota, y los dueños son los descendientes de los primeros dueños. Pequeño y acogedor. Sencillo.

Desayuno delicioso!Tienen un muy buen servicio, hay que hacer fila para entrar pero avanza rápido y vale la pena total!Hay mesas afuera del lugar donde puedes desayunar tranquilamente, es perfecto si tu compañía es de 4 patas!⭐ Recomendadisimo ⭐

Restaurante mítico de Bogotá de comida santafereña, la historia detrás de este lugar es muy curiosaLocal pequeñito/acogedor con carta reducida (básicamente puedes comer tamal o ajiaco ) aparte Dulces típicos.Teníamos muchas expectativas en el lugar tal vez por eso nos decepcionó un poco. También el hecho de tener que hacer cola por comer allí y luego ver que traían los platos de un restaurante de al lado.

Excelente atención, divino ajiaco. La casa tiene tanta tradición que vale la pena escuchar la historia contada por sus empleados, quienes además se sienten orgullosos de formar parte de una tradición familiar de muchísimas generaciones.Dicen que lo mejor es el tamal y el chocolate caliente. Volveremos para probar.

Un lugar muy muy muy pequeño, muy tradicional, el plato estrella es el ajiaco y el tamal , ambos muy ricos , buen sabor , rápidos, costo accesible.

Que ajiaco tan delicioso, es mi comida favorita y el de allá es fantástico, la porción es bastante grande, hasta dos podrían comer con una, pero si son de buen comer y lo aman como yo comerse uno entero es un placer, el lugar eso si pequeñito y lleno pero la atención fue rápida. Solo reciben pago en efectivo (pudimos pagar en dolares)

Fue una experiencia gastronómica muy interesante, delicioso Desayuno típico santafereño, imposible dejar de probar el chocolate completo

Excelente!Si vas a Bogota en plan relajado, es estupendo ir al centro caminar por sus calles y comer aquí; Ajiaco, tamal o chocolate 😉👌🏻Es estupendo!Muy recomendado!

Uno de los restaurantes que nos ofrece la típica comida bogotana, se presume que el Ajiaco de este restaurante es uno de los mejores en Colombia, pero no sólo ese plato es rico, sino que gracias al buen sazón de la cocina, es que podremos probar platillos ricos también del desayuno. Uno de los pocos inconvenientes que encontré, es que el sitio es algo pequeño, pero la atención me pareció muy agradable.

Buen lugar para comer, fuimos a las 2pm y solo tenían Ajiaco o Tamal, estuvo muy bien servido pero también los precios me parecieron un poco caros.

Los mejores tamales que podrás encontrar en Bogotá de lejos. A veces está muy lleno por obvias razones pero el servicio siempre es bueno y rápido.

Lugar tradicional para probar platillo colombiano, chocolate, tamal almojabana y queso😅. Considero según mi gastronomía algo pesado para consumir pero seguro te deja sin hambre por un buen tiempo. Es de buen sabor y el ambiente agradable.

Fuimos a desayunar en familia y nos llevamos la sorpresa que la atención es malísima, el camarero muy grosero así como el administrador. Tienen una carta muy reducida, les pedimos café algo que se encuentra fácilmente en todos los restaurantes de la zona. Al respondernos que no manejaban, les dimos la sugerencia y les dijimos que habían perdido esas ventas, su respuesta fue que no les importaba, que no las necesitaban. Y el administrador nos dice que no va a poner café solo para nosotros. Muy mal educados. No recomendado.

Los tamales son buenos, la atención es bastante buena la verdad, aunque su menú es bastante pequeño. Además es de tomar en cuenta que es un lugar bastante pequeño, ah y es muy importante el destacar que no aceptan pagos en tarjeta, únicamente en efectivo

El sitio tiene una buena atención. La oferta es bastante limitada, solo tamales y ajiaco. Es muy estrecho, con poca ventilación. No reciben tarjetas, deberían incluir este servicio, máxime en tiempo de pandemia.

Excelente sazón y gastronomía. Recomendado al 100%

La fama de este restaurante es bien merecida, el desayuno es delicioso! Muy recomendado el tamal. Dentro del restaurante hace mucho calor, sin embargo la atención es muy buena.

Restaurante icónico de la ciudad que desconocía. Lo visite x primera vez y es bueno (no tanto como esperaba) es regularmente visitado por extranjeros. Recomendado si quieres un desayuno típico cachaco.

Excelente ambiente, el lugar es muy acogedor y sirven comida tradicional muy deliciosa.

El sábado 27 de noviembre llegué al local a eso de las 9 de la mañana, nos hicieron seguir, se me hizo muy curioso que nadie estaba comiendo, es decir, todas las mesas ocupadas pero sin servicio, note la queja por la demora en servir tan pronto nos sentamos, ciertamente duré 45 minutos y nunca me llego lo que pedí que era lo típico, un tamal con chocolate y pan. Que lástima que el servicio se haya vuelto tan malo. Habían tres meseros y todos tomando del pelo porque no tenían nada que pasar a la mesa. Y pensar que me fui desde el norte de la ciudad exclusivamente a desayunar allá, además de pagar parqueadero sin poder disfrutar.

El producto en general está bien pero me parece absolutamente increíble que en pleno año 2022 solo reciban efectivo, en especial, con los precios que manejan y más aún teniendo en cuenta que una muy buena parte de los comensales son extranjeros, de manera que sea el cliente que sea, tenga que devolverse a ir a buscar un cajero automático en pleno centro de Bogotá solo para que el dueño del restaurante sea feliz recibiendo solo efectivo y no pagar una sola comisión bancaria que podría darle comodidad y una mejor experiencia al cliente me parece fatal. Además que parece que no se han dado cuenta que estamos en pandemia donde se debería minimizar el efectivo como medio de pago por obvias razones. No se supone que es el restaurante más antiguo de Bogotá? bueno, creo que han tenido algo de tiempo para poner un datafono u otras opciones de pago digital.The product in general is fine but it seems absolutely incredible to me that in the middle of 2022 they only receive cash, especially with the prices they handle and even more so considering that a high portion of the customers are foreigners, so, the client has to go back to look for an ATM just in order to make the owner of the restaurant happy receiving only cash and not paying a single bank commission that could give comfort and a better customer experience. In addition, it seems that they have not realized we are in a pandemic where cash should be minimized as a means of payment for obvious reasons.Isnt it supposed to be the oldest restaurant in Bogotá? Well, I think theyve had some time to put in a dataphone or other digital payment options.

Restaurante más antiguo de Bogotá, fundado en 1816. Toda la historia de nuestra capital resumida en sus platos y postres!!!

La fila para entrar es larga, más de 40 min pues el lugar es muy pequeño e incomodo, fuimos a desayunar pero NO venden café y los tamales no tienen mucho sabor. El lugar esta totalmente sobrevalorado solo por su antiguedad y aunque los precios no son altos pienso que si es costoso en relación con la calidad de la comida.

Quite average😐, I wanted to try the famous tamale, it is expensive to be so simple. There are better tamales for example in protamales calle 45, even those in the cafeteria la florida are also better along with the attentionMuy regular 😐, tenia ganas de probar el famoso tamal, es muy caro para ser tan simple y un jugo de mora supremamente dulce, el local muy pequeño. Hay mejores tamales por ejemplo en protamales calle 45, inclusive los de la cafetería la florida también son mejores junto con la atención.

Lugar muy tradicional de la Candelaria en Bogotá, están desde 1816.Excelente servicio, y la comida deliciosa. Súper recomendado.

Bueno es una experiencia de comida 100% local con ingrediente histórico. La comida estuvo deliciosa. Es menester resaltar, que no aceptan tarjeta solo efectivo. Recomendadisímo el ajiaco, la longaniza y los tamales. Deben tener paciencia, usualmente hay fila para obtener un espacio, porque el lugar es bastante pequeño

Muy poca variedad en la carta, lugar estrecho y pequeño. La comida es rica

LA PUERTA FALSA, BOGOTA COLOMBIA , con más de dos siglos de historia y de presencia con la comida típica de Bogota, este restaurant pequeño y muy bien Acondicinado para que su capacidad no máximo de 40 personas en su interior, disfruten de sus tradicionales platillos de exquisito saber, no puedes dejar de comer su tradicional Ajiaco, , sus tamales son exquisitos, el chocolate y sus panes y quesos de lo más exquisito, su variedad de platillos y postres son de lo mejor, encuentras dulces típicos para llevar y algo que me sorprendió fue encontrar elotes asados, de un sabor exquisito, y lo que jamás puedo dejar mencionar, la excelente atención de sus meseros y su amabilidad para los clientes, sus recomendaciones son muy atinada y el trato de lo más increíble, no olviden dejarles buenas propinas.

Me agrado, aunque hace calor vale mucho la pena.. prueben el chocolate es una delicia!

Delicioso Ajiaco, el mesero nos atendió muy bien y nos explicó la forma recomendada de comerlo junto con sus acompañamientos. El jugo de guanábana con agua es delicioso.

Buenísimo, el mejor lugar para probar comida típica buenísima y a súper buen precio

Había escuchado muy buenas recomendaciones de este lugar y sin duda las cumple. El único contra es el espacio ya que es pequeño. La atención es muy buena, si visitas por primera vez y, como en mi caso, eres extranjero, te dan muchas recomendaciones. Los platillos son abundantes y a buen precio; tanto el chocolate como el tamal son exquisitos 🤤

Es un sitio más de traducción por ser muy antiguo donde encuentras comida típica santafereña. No vas encontrar un gran menú. Aunque es muy rico pero es lo mismo de los restaurantes del lado.

Mala atención, sin menu, no es el mejor ajiaco ni el mejor tamal. Los postres son ricos los precios demaciado para lo que ofrecen no re comiendo el lugar. Solo tienen el nombre del lugar lalto , por lo demas es es mejor un antro. Solo se puede en efectivo, el personal nisiquiera le indica bien las opciones y se burlab de los clientes.

El ajiaco lo traen de restaurante aledaño (aunque estaba bueno). La atención es deficiente sobre todo si te ubican en segundo piso. Como bogotano sugiero se dediquen mejor sólo a chocolate y aguadepanela.

Lugar pequeño, hay que sin estar muriendo de hambre ya que hay que esperar en la fila pero vale totalmente la pena. El tamal es muy rico, la comida súper tradicional y con toque casero. Una buena opción para conocer la gastronomía de Bogotá.

El menú es reducido, pero exelentes platos típico desayuno rolo.

El sitio ya no es el lugar tradicional que era antes. Perdió el encanto por completo. Me entristece decir que las personas que atienden ya no son ni siquiera colombianos. Fui e hice una fila de 45 minutos para que cuando entrara me dijeran que me tenía que sentar en una barra de 10 cm de ancho y al lado de una bomba electrica gigante y cuando pedí otra mesa me dijeron que entonces me parará en la esquina a esperar porque no me podían dar mesa, súper groseros y súper humillantes. Este restaurante era un tesoro de Bogotá que pesar que se dañará tanto. Para colmo de males se les acabó el ajiaco y comenzaron a traerlo de otro restaurante. El servicio es peeeesimo! No volvería nunca y no lo recomendaré nunca más a alguien que venga de visita a nuestro país. Dos siglos de tradicion perdidos

Pequeño, solo sirve para desayunar o merendar.

Como siempre excelente, lugar lleno de historia y sabores, recomendado para visitar.

Imperdible !! Tanto por su trasfondo histórico como su excelente gastronomía, me sentí comiendo un auténtico tamal santafereño, he de recalcar que toda mi vida he comido tamales, pero este tiene un toque especial, tal vez por su ambientación o el aura que transmite el lugar, te cuenta un historia cuando estás en el y al salir quedas muy a gusto con la experiencia obtenida, lamentablemente no pude probar más platos icónicos, pero creo que la cara de los comensales hablan por si solas.Muy recomendado.

Buena comida. El tamál, buenísimo. Love the food. Recommended!

Este restaurante es muy especial, de almuerzo sólo ofrecen ajiaco y tamales por lo que le da un toque aún más peculiar. La atención de los empleados es buenísimas y sirven súper rapido, el precio del ajiaco es de $28.000. Lo único que no es tan chévere es que es un lugar muy pequeñito y a veces puede ser incómodo, pero la verdad es muy rico, muy recomendado!

Un sitio emblematico de la ciudad de Bogotá, un lugar que huele a historia, aquí podemos encontrar un ambiente muy agradable que nos ofrece la mejor mezcla entre la Bogotá antigua y la moderna.Nos regala una probada a todas aquellas comidas típicas de la capital y sobre todo nos da una mirada a la tradición.Es un lugar simplemente precioso en todos los sentidos.

Deliciosos tamales santafereños, totalmente recomendables para comer

Fui a desayunar un sabado, el servicio fue muy demorado, la comida no la pude probar, tienen muchos meseros y poca gente en la cocina, esperé cerca de una hora y hasta ahora estaban sirviendo a las personas de al lado. El peor descaro fue escuchar a los meseros decir que la propina era voluntaria después del servicio tan malo

Pésimo servicio, la comida no es tan buena a pesar de ser tradicional! Mil veces mejor el mercado de palo quemado!

La comida es deliciosa, increíblemente solo reciben efectivo. Se quedaron en la época de los 80, hasta en la calle reciben Nequi o tarjeta, menos ahí.

Deliciosos desayunos, pequeño pero acogedor. Los precios no son para desayunar todos los días pero tienen muy buen sabor y sazón

Comida tradicional santafereña, postres de la abuela.En el centro histórico de Bogotá.

Emblemático lugar de la capital colombiana. En muchas reseñas leí que había que llegar temprano porque llega tanta gente que se llena. En realidad, se llena porque el espacio es muy pequeño. Prueben los tamales, son grandes y están bien rellenos (excelente relación en cuanto al precio). Si pueden, prueben también el chocolate. El personal es amable y se nota que siempre tienen trabajo. Solo aceptan efectivo. ¡Definitivamente volvería!

Muy buen servicio y excelente comida, el local es un poco pequeño e incómodo, pero la calidad de la comida y el servicio hacen pasar esto por alto.

Deliciosos desayunos, muy tradicionales. Lo único es que el lugar es bastante pequeño y toca hacer fila

Un lugar muy concurrido por lo tradicional de su menú. Absolutamente delicioso y una atención muy buena para tener tantos comensales al mismo tiempo.

Encantador, antiguo, con historia. Este restaurante permanece en el mismo lugar desde 1816 y según su dueño, él es la 6ta generación de los fundadores del lugar. Venden dulces tradicionales, tamales y el famoso chocolate caliente entre otras cosas. Se llena mucho y debes compartir mesa porque es bastante pequeño pero acogedor.

El servicio es demorado, en la parte externa hay mesas pero no controlan a los habitantes de calle, es muy incomodo comer mientras te piden limosna

Excelente plato de ajiaco, sin embargo, creo que los precios pueden ser un poco más asequibles. Por lo demás muy bueno

Es acogedor , sin embargo me parece que deben mejorar el trato entre los meseros al principio parece gracioso para los visitantes, pero faltarse al respeto o tomar en burla al compañero no resulta agradable

Great traditional food in Bogota. Some people told me about this place and I went there to try it by myself. It was great! The tamales are really good and I also ordered a Kumi and it was delicious. The environment is good; I like the style of the restaurant. The waiter was so kind and respectful. Great option if you are in Bogota.Me gusto demasiado este restaurante, los mejores desayunos tradicionales, y unos ricos tamales para degustar. La atención es muy grata, y el ambiente muy bueno. Yo lo recomiendo mucho si es que están en Bogota y quieren comer algo rico y tradicional.

Es un lugar típico bogotano, la comida es muy rica y los precios son accesibles. En ocasiones debes hacer fila pues no es muy grande el local, sin embargo vale la pena.

Caro. para 2 huevos con una minisalchica y 2 pedasitos de queso. El sabor nada fuera de lo normal. En otro lugar por el mismo valor tienes por lo menos una bebida caliente acompañamiento

Delicia que se debe visitar por obligación 😋😋😋😋😋 comida deliciosa. Sabor exquisito.

El lugar es muy bonito, les recomiendo ir con tiempo porque, depende del día, les va a tocar hacer fila para entrar porque es pequeño y se entra conforme se desocupen mesas.Tienen datáfono (punto de venta).Aparte de los deliciosos tamales, también tienen una variedad de dulces tradicionales muy ricos.

Es un sitio tradicional y con mucha historia del centro de Bogota, este restaurante, más bien cafetera, ofrece comida típica local: tamal con chocolate, ajiaco, changua, postres, masato, todo tiene buen sabor.El lugar es pequeño, muy agradable, es un sitio muy famoso y frecuentemente visitado por turistas, por lo que aveces toca hacer fila para entrar, el personal es muy amable.Al ser un local pequeño hay mucho ruido, especialmente en el segundo piso por el extractor de humo

La comida está bien pero no hay algo para destacar;respecto al espacio, es demasiado reducido. No tienes suficiente espacio para moverte si te asignan la barra ya que cuentan con pocas mesas, sin embargo el servicio es bueno por parte de los meseros.En el segundo piso hace demasiado calor. Los precios son demasiado altos para lo que ofrecen. Solo aceptan pago en efectivo.

Un lugar histórico fundado en 1816 y todo bogotano debería visitar. El desayuno es delicioso y no es costoso.

Los mejores tamales de Bogota sin lugar a dudas. Ademas de tener una agua de panela y un chocolate deliciosos. De mis sitios favoritos en Bogota. Es bueno saber que lograron sobrellevar las adversidades durante la cuarentena y sigue siendo los de los sitios insignia para visitar en Bogota. Todo el personal es muy amable y todos usan mascarilla.

Es un sitio fenomenal. Muy muy coloquial y además super EXCELENTE en temas gastronómicos. 100% recomendado. El sabor es muy bueno, tiene una esencia muy característica ☕☕. En lo personal me encantan la estructura del lugar, para desayunar es IDEAL.

Muy rico, aunque el servicio es bastante deficiente, no venden chocolate solo, solo en combo, además no reciben tarjeta #uaguga

Sobrevalorado; el restaurante es pequeño, incómodo, la carta limitada y falta de entusiasmo; si bien uno no puede decir que la comida es mala, dista mucho de ser cualquiera de los adjetivos calificativos que lo ensalzan como epítome de tradición y bandera del legado gastronómico; los tamales dejan poco a la imaginación y resultan sosos al paladar ya educado en las mieles de la comida criolla; la changua ahí pasa por sabrosa sin mayores méritos; realmente más propaganda e historia que buena mesa. No vale la pena la cola ni la espera a la que lo someten.

Se dice que es el primer restaurante de la ciudad, el lugar es pequeño por lo que no es buena opción para personas en silla de ruedas o bebes es coches, lo mejor son los tamales, tradicionales y deliciosos, es el primer restaurante subiendo por la 7ma, en la misma calle hay varios restaurantes que te pueden engañar.

El lugar es pequeño pero acogedor lo importante es que la comida está muy rica recomendación el ajiaco y postre el divorcio y la amabilidad de lo camareros recomendado

El mejor ajiaco que he comido, y los meseros ofrecen buena atención, definitivamente volveré.

Excelente lugar para comer comida típica de Bogota !Buenos precios y buen servicio

Estamos inconformes porque fuimos por segunda vez a solicitar el servicio de desayuno y los tamales salieron fríos y sin presa, igual el chocolate y los envueltos no tenían queso, para un precio de ellos no quedamos conformes ¡MÁS CUDIADO!

El lugar el pequeño pero muy acogedor, un espacio diseñado para tener conversaciones amenas

Es uno de los sitios de mayor popularidad en Bogotá, que guarda una interesante historia y tienen buena comida, pero a mi juicio, los precios son algo elevados y no diría que es la mejor comida de la ciudad.Ventajas, queda en una zona segura, y muy cerca de plazas y museos. Es muy conveniente.Desventajas, precios altos, sitio pequeño.

Delicioso. Me encanta lo ameno del sitio. Compartir con la mejor compañía y disfrutar el delicioso aroma y sabor 😉

Restaurante de tradición en Bogotá. Un lugar que se debe visitar, la comida es deliciosa y el chocolate la locura. No cuenta con parqueadero pero hay varios cerca, es pequeño y posiblemente deba hacer fila pero es parte del encanto de este lugar.

Buen servicio, precios económicos, sirven platos típicos Bogotános, a mí megusta la mazamorra dulce la sirven con pan, queso y almojabana que delicia.

Solo reciben efectivo, el sitio es muy pequeño y las mesas que están sobre la calle no tienen ninguna protección para que no caigan sobre la comida los residuos que dejan las palomas cuando pasan volando, es muy incómodo comer frente a los indigentes que frecuentan esa calle.

Pesimo el servicio. El sabor de la comida es muy rica. Pero es muy caro. La espera es larguisima. Los meseros son groseros.

Pésima experiencia. El administrador y los meseros son groseros al sugerirle mejoras. Fuimos con 5 personas y salimos sin comer.

Una parada que en definitiva es una obligación absoluta para visitar en colombia, su historia, la trayectoria de más de 200 años y la originalidad de sus postres y platos hacen que sea un placer visitarla. Excelente atención, buenos precios y gran variedad

Tercera vez que vengo y ha desmerecido mucho el servicio y el trato. No me gustó para nada el servicio, la comida está bien pero ya no es un lugar imperdible. La presentación de la longaniza da tanta tristeza.

Nos toco en la parte de arriba y estaba muy caliente, asinados y fuerte ruido de la ventilación....aunque la comida es rica

Vine una vez a almorzar ajiaco (no llego para la foto porque estaba muy rico y tenía mucha hambre) y después vine otro día a merendar. Todo delicioso y súper recomendado por la gente local.

Muy pequeño y por lo concurrido no nos animamos a entrar. El espacio qué ofrecían era una barra en el segundo piso, pero las mesas cercanas estaban ya ocupadas.

Excelentes tamales, dulces, postres, bandejas, ajiaco, en general un excelente lugar para degustar la comida típica. Es muy pequeño así que estar atentos de quienes se levantan de las mesas. Pida para llevar si quiere desayunar en su casa un tamal. Precios justos y atención inmejorable.

Delicioso desayuno. Muy buena atención. Típico chocolatito Santafereño en agua con queso, pan con mantequilla y almojabana. Volveré muy pronto.

Nos recomendaron este sitio durante un free tour que hicimos por el barrio de La Candelaria por ser de los más antiguos de la ciudad y por ofrecer comida típica. No nos defraudó. El ajiaco estaba buenísimo y el camarero, Óscar, fue encantador. Es un lugar muy recomendable de visitar y muy auténtico.

El lugar ideal para desayunar de forma típica en Bogotá. Muy recomendado, es bueno madrugar por qué puede pasar varios minutos en la fila a la intérprete. Es un lugar muy pequeño y acogedor, el segundo piso es caluroso. Todos los platos son recomendados. Existen restaurantes similares en la zona

Auténtica comida colombiana de gran calidad.Mucha gente del lugar. El sitio es chiquito pero con gran encanto.Buen precio.

El restaurante más antiguo y más representativo de Bogotá. Una visita que no le puede faltar a ningún turista. The oldest and most representative restaurant of Bogota. A visit that any tourist cannot miss.

Es increíbles con comida típica y una historia de origen que hace disfrutar el espacio y sentir la historia en cada rincón, con más de doscientos años de historia sigue siendo un lugar de encuentros creando cada vez más historia.

Probé el ajiaco muy rico y completo tiene una buena porción, también tienen buenos postres, el ajiaco tiene un precio de 31.000

Como siempre, un lugar autentico y su comida a buen precio y excelente sabor.

Buen tamal Santafereño, onces Santafereñas, Ajiaco, marquezas, postre de natas, el lugar es muy rico, muy lleno. El pago es en efectivo.

Muy regular por no decir mala, en cuanto atención , comida , ante todo el despotismo del representante que hoy estaba allí , imagino que es nieto o bisnieto de los pioneros , pues no es la primera vez que vamos, solo que hoy era un grupo un poco más pequeño pues sólo éramos 9 personas adultas . Pero de verdad que habíamos programado está visita hace rato pero por las circunstancias no lo habíamos podido hacer, pero realmente fue una experiencia muy negativa. Un sitio tan especial para la familia y estoy muy segura que no volveremos. Pero creo que al Sr que estaba hoy en el sitio de administrador poco le puede interesar , grosero y sobrado

Fui un domingo y había una fila de más o menos 25 minutos. La atención es buena, los meseros amables y los tamales son ricos. El restaurante es bastante pequeño pero tiene una importancia histórica de peso debido a que es el más antiguo de Bogotá.