Una sucursal bien ubicada pero lo daña la atención al cliente y hay que aclarar, no es de los cajeros ni de los asesores es de la jefe de servicio, que mujer tan pedante, sin don de gentes, atiende como a perros en misa, grosera, lo único que responde y eso cuado responde es pase a donde esos asesores. En definitiva lo peor del banco de Bogotá.