Es un lugar increíble, perfecto para una estadía acogedora en un ambiente de paz, armonía y muy cerca a la naturaleza. Los anfitriones son muy amables y especiales con los huéspedes y los alimentos son exquisitos. Imperdible el desayuno y el ajiaco. Recomendadísimo para vivir una experiencia de descanso. Gracias por toda su hospitalidad.
Alejandra y Felipe son maravillosos ! Y en ese lugar se respira y se vive la paz que todos necesitamos !