Es un lugar campestre muy agradable, se respira un aire de tranquilidad, que permite una desconexión del ruido del mundo y permite a la vez, espacios para la reflexión, la meditación y relajación. No es un lugar turístico, sin embargo lo único a mejorar, sería los senderos, para que así, los visitantes, pudiéramos hacer más cómodos algunos recorridos.Lo recomiendo para retiros espirituales