¡Muy recomendado! No había probado unas alitas así en Tunja. Las alitas se nota que son caseras. Estaban deliciosas, muy jugosas y de buen tamaño. Me encanto el humor y sabor boyacense que tienen en todos los productos, lo cual se agradece ya que ya no hay casi restaurantes que destaquen la cultura boyacense.Pedimos a domicilio con amigos y la comida llegó muy bien presentada y dentro de unas cajas muy bonitas y ecológicas. Acompañamos las alitas con unas papas nativas y varias salsas que estaban muy buenas, se nota que son artesanales y no las típicas industriales. La que más nos gusto fue la salsa criolla y la de uchuva, muy adictivas. Repetiré seguro.