Un ambiente campestre delicioso lleno de paz que fortalece el espíritu. Sus habitaciones cómodas y la atención de sus administradores muy gentil.

Para quienes disfrutamos de la naturaleza y la tranquilidad sin alejarse de las ventajas de una pequeña ciudad este lugar es ideal. Inclusive si se está en plan de trabajo. Recibí de llegada sonrisa, amabilidad, un delicioso café y toda la información a la mano para las actividades que me interesaban. El servicio de desayuno fue especial y por ser navidad me invitaron a cantar novena, realmente disfruté todo, me sentí en casa.

Lugar muy agradable para el descanso, Ambiente familiar. Buen punto para ir a diferentes lugares para visitar

No tubo problema, loque recomendaría sería los desayunos que ofrecieran unos menús más completos con frutas y diferentes opciones, no sólo huevos

Gran lugar con espacios abiertos, tranquilidad total y personal muy amable

Muymuy lindo lugar, súper amables.

El lugar es bonito, y Juan ha hecho una gran labor para hacerlo agradable. En las cercanías hay muchas cosas que visitar y vale la pena pasar un par de noches en la finca.

Excelente servicio, el lugar tiene un ambiente muy bohemio, familiar y tiene cerca todo para hacer turismo.

Gran lugar. Con un ambiente muy tranquilo y jardines espectaculares.

Un lugar muy bonito y tranquilo.. excelente para descansar

Excelente y acogedor sitio para descansar

👍Excelente experiencia, de los momentos más placenteros

Hermoso y tranquilo cerk de la ciudad

Una maravillosa finca 😍, para pasar en familia

Muy buen sitio fogata. Espectacular

Se pasa delicioso

Me tomare unas vacasiones en esos lugares

Buen hospedaje

Cuánto cuesta una noche!

Excelente

Me alojé en este lugar por 2 noches, en un dormitorio. El dormitorio es bastante pequeño y hay muchas camas allí. Como no hay mucha luz natural y la luz artificial es limitada, aparece oscura en la habitación. El albergue no proporciona toallas. Sin embargo, hace un buen desayuno y organiza agradables excursiones. Es un poco caro para lo que obtienes.

Finca San Pedro, una casa familiar por generaciones, es un lugar especial a las afueras de Sogamosa. Sus terrenos con las plantas perennes increíbles y los árboles hermosos y extraños para nosotros están en expansión. Disfrutamos explorando la gran propiedad seguida de sus 3 perros y una familia de gansos.Juan, un miembro de la familia y director del famoso programa de yoga que opera en esta propiedad, habla un inglés excelente y se puso a nuestra disposición para cualquier pregunta o consejo.Nuestra habitación en la casa principal era muy cómoda, con fácil acceso al área de recepción al aire libre donde pudimos obtener ayuda del miembro del personal Eli y usar el teléfono de la casa para llamar a los taxis a la ciudad (5000 policías).El desayuno era sencillo y se servía al lado de la cocina (panecillos, zumo, café, huevos por pedido).El Museo Arqueológico fue lo más destacado de nuestra visita. No hubo un recorrido en inglés, pero el museo en sí estaba tan lleno de colecciones atesoradas que pudimos apreciarlo mucho, especialmente después de pasar un tiempo en San Agustín y aprender sobre la historia de la Muisca.

Bien ubicados, gente agradable (¡especialmente Lilly!) Hermoso jardín, los dormitorios son buenos, sencillos / sencillos, menos recomendados, claramente caros y viejos. El desayuno apenas cumple con las expectativas.

Muy bonito hostal en el campo! Los propietarios hablan bien inglés y son muy serviciales a la hora de organizar viajes. También están comprometidos con el turismo sostenible en la región.

Gran ambiente, personal amable, fantástica propiedad e instalaciones