El viernes 11 de octubre del 2019, estuve en este sitio con un grupo de amigos, la estábamos pasando bien, hasta que una de las empleadas nos sugirió que habláramos y riéramos más bajo, ya que no la dejábamos escuchar a los clientes. Nos hizo sentir mal este comentario e inmediatamente abandonamos el lugar. Recuerden que cliente satisfecho atrae más clientes. Pensaremos más de mil veces en volver y recomendar este lugar. Sugerencia: Si reír y hablar fuerte está prohibido deberían de informar a la clientela para evitar que esta se incomode.
Bien servicio