PARROQUIA RODEADA DE UN AMBIENTE NATURAL QUE ISPIRA TRANQUILIDAD Y PAZ INTERIOR EN LOS OFICIOS RELIGIOSOS.

Hermosa arquitectura, con una gran energia acogedora, parece flotar sobre el parque en que se ubica.Es un templo bellísimo con grandes espacios y una estética única.Para el visitante un lugar sobrecogedor que te pone en contacto con la providencia.Posee una torre increíble y un bello parque aledaño.Muy recomendada para visitar y orar en paz y tranquilidad.

Está ubicada en un parque con muchos árboles y agradable ambiente

Muy bonita iglesia. Esta ubicada en un muy buen barrio de Medellín y es accesible en auto, moto y servicios de transporte público

Se siente Paz

IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE FATIMA: En 1937 se establecieron en el Barrio, llamado hoy Fátima, las HH Misioneras de la Madre Laura y Comenzaron labor espiritual, educativa, moral y social, con fervor. Lanzaron la idea de una capilla y comenzaron a recoger limosnas con este fin. Se formó Centro Cívico y Junta el Sr. Domingo Mesa, donó los terrenos para templo. En 1943 el Sr. Arzobispo García, tras autorizar la construcción de una capilla fue a bendecirla en agosto. El barrio colaboró con entusiasmo extraordinario y lograron auxilios de asamblea y Consejo.En los años 1949 y 1950 se desató en Colombia lucha partidista terrible; ya había ocurrido el nefando 9 de abril de 48. Mons. González, ausente de Colombia desde 1944, preocupado por la suerte de su patria y al ver que desde Coba de Iría Salían por el mundo constantemente estatuas de la Virgen de Fátima, tras una bendición especial y al darse cuenta en su visita a ese santuario universal, de que las noticias que llegan de todo el mundo eran admirables, ordenó que un escultor le fabricara una, copia fiel de la que se venera en el preciso sitio de las apariciones. Yo estuve allí, y puedo atestiguar que la que se venera en Medellín, es copia fiel. De entre sus amigos lejanos escogió al Pbro. Víctor Widerman, para enviársela con una carta en que le invita a que por medio de peregrinaciones de pueblo en pueblo, de templo en templo y aun de Colegio católico en Colegio, se despierte el amor a la Virgen María, la Guerra al odio partidista y se pida por la paz. Al final de la carta le dice: “Víctor Carísimo: es costumbre adornar la imagen con palomitas, símbolo de la paz”.En julio de 1949 llegó a Medellín esa estatua e inmediatamente inició su peregrinación por la llave de Antioquia, entonces, Puerto Berrío. Desde ese momento, por el resto de 1949, 1950 y parte del año 1951, la peregrinación con la Virgen de Fátima fue una apoteosis y se repitió sin cesar el que llamó la gente “milagro de las palomas”, puesto que el paso por las calles soltaban algunas y varias de ellas caían a las andas y allí permanecían sin salir, sin asustarse de la pólvora y el bullicio y dentro del mismo templo, mientras la imagen permanecía por dos o tres días. Fue llamada esta estatua “Virgen peregrina de la Paz”. Muchas limosnas se consiguieron por todas partes con su peregrinar constante y la Curia arzobispal resolvió dedicarlas a un Santuario Arquidiocesano Nuestra Señora de Fátima. El 28 de agosto de 1951 erigió el Sr. Arzobispo Joaquín García, una parroquia con titular Ntra. Sra. De Fátima y fue nombrado el P. José Córdoba.El P. Bernardo Cardona, encargado de las sumas especiales de dinero colectadas en la peregrinación constante de la Virgen, ordenó unos planos modernos, ágiles y un poco audaces, al arquitecto Antonio Mesa. Los terminó y le entregó al P. Córdoba esos hermosos planos y una suma muy apreciable de dinero para lograr realizar tan bella obra arquitectónica. El P. Córdoba, con esa ayuda especialísima y grande, comenzó y continuó hasta terminar ese Santuario de la Virgen de Fátima.Todos los vecinos y devotos de Medellín, que eran muchos en los primeros años, ayudaron. El estilo es el famoso por entonces en Méjico, todo concreto, sobre una gran estructura que permitió utilizar debajo, salones de toda clase, puesto que es elevado, a él se accede par escaleras de más de 30 escalones y por una rampa muy bella, que comienza con la torre del reloj. Hermosos vitrales, y el techo con la peculiaridad de más de 20.000 platillos de aluminio que son decorativos. Allí recibe culto permanente, desde su camerín central, La Virgen de Fátima Peregrina de la Paz, copia fiel de la que se venera en Cova de Iría.

Su arquitectura es maravillosa cuenta con fácil acceso a discapacitados amplio parqueadero y múltiples entradas

Hermosa iglesia

Excelente parroquia es grande y con parqueadero

Lugar bonito, amplio, buen sector.

Está deteriorada

Linda pero un poco descuido

Buena infraestructura