Un lugar hermoso donde los niños pueden ser lo que quieren ser, son escuchados, descubren sus potenciales y los desarrollan. Donde el respeto por la individualidad y la diferencia es tan importante como el crecimiento colectivo. Un lugar hermoso donde los niños aprenden a explorar el mundo y a relacionarse con él mientras juegan y se divierten.
Es un preescolar que piensa en el SER. Allí los niños disfrutan de un aprendizaje realmente lúdico y lleno de experiencias significativas. Todos los que trabajan allí lo hacen con el corazón. Recomendadísimo.
Lindo preescolar en el mejor barrio