Como experiencia es muy bonito, las playas son tranquilas y el mar espectacular, los nativos son muy curiosos, sobre todo los niños, pero es una experiencia única para compartir con ellos. La comida deliciosa, tienen langosta a muy buenos precios y la atención es muy buena. Es un plan para conocer de cerca la cultura de los nativos, super recomendado. Cuando vas en carro particular, ellos están a la orilla de la carretera esperándote y te guían hasta la zona de los restaurantes y la playa.