El doctor Rafael Navarro es amable y baratero aunque, el local es muy pequeño, incumplen las horas de la cita (es decir, que te atienden después o te dejan plantado), te hacen firmar un consentimiento informado de que conoces los riesgos de la operación pero nunca te los explican, y lo más importante, luego de la operación te sacan a la calle, así le hayas dicho que te sientes mal y necesitas sentarte mientras te pasa el mareo. Personalmente no lo recomiendo.