¿Quiere llevar una acción cotidiana (almorzar) a nivel de arte, de goce estético y gustativo, con sabores y aromas que perdurarán en la memoria? Aquí es el lugar. Porque toda la atención la tiene el disfrutar una buena merienda, más allá de los lujos habituales proveídos por una marquesina deslumbrante que se avista a lo lejos o pomposos mobiliarios. En Casa Carrataplán (Carmen de Viboral) la esencia es vivir una experiencia sugestiva de los sentidos. Nos atendió un maestro en artes plásticas que ha hecho de la culinaria un arte. Así es, el cocinero ha puesto todo su saber y experticia de investigador en los platos que prepara y sirve a cada comensal. Imposible olvidar esa trucha ahumada y los otros tres platillos que me comí y los otros tantos que mi familia pidió. Nos pasamos dando bocados unos a otros para compartir la dicha. Haga su reserva. Un lugar pequeño, amigable, romántico y sin pretensiones.
Casa Carrataplán es un sitio muy afortunado en cuanto a gastronomía. Comer en este lugar es toda una experiencia.No abren todos los días, hay que hacer reserva porque hay pocas mesas, pero justamente esto hace que todo sea muy cuidado. Con el tiempo han subido los precios pero me parece que siguen siendo justos para la calidad que manejan. Felicidades a todos los que hacen de este lugar un sitio tan maravilloso. Es placer poder visitarlos y llenarse el alma con toda la delicadeza de los sabores de la cocina tradicional.
El lugar es muy sencillo, hay apenas 3 mesas. La atención es super personalizada, le explican a los comenzales como se hacen los platos, las combinaciones, las historias de las comidas, etc. Por algo como 35.000 comes la sopa, la pasta, el plato fuerte y el postre.Los productos son hechos con ingredientes organicos y comprados de campesinos de la región.Creo que el podrían invertir más en el ambiente, es muy chiquito y rustico. Aún así, considero que fue una experiencia gastronomica y de atención al cliente increíble. Se ve que a ese negocio le ponen el alma y todo el amor!
Sitio de comida colombiana gourmet, todos los platos son exquisitos, los ingredientes están cuidadosamente elegidos, un deleite para los sentidos, además venden muchas variedades de panes artesanales, sin duda un lugar exquisito, los dueños son encantadores y le dan al restaurante un ambiente excepcional, muy pero muy recomendado
Comida deliciosa, una experiencia diferente, para disfrutar, deleitarse con cada bocado y cada momento, atención muy buena.
La más rica comida y panes que se puedan encontrar en el pueblo
Excelente experiencia culinaria!!!👍
El peor servicio al cliente.