Perverso, las señoras atienden con la pereza que atienden al marido, ensaladas y guarapos vinagres, pescado crudo, comida recalentada.Se les hace el comentario y les importa bledo, y al final prácticamente te sacan del sitio por la forma en la que vienen a recoger las mesas. Que grosería de sitio.
Buena atención pero el lugar es muy pequeño.