Es una preciosa tienda de dama, de diseño colombiano. Vale la pena llegar, conocerla con todo el detalle y tiempo que merecen estas calidades.En excelente lugar para comprar un obsequio para su amiga, novia o esposa. Loa precios son muy buenos frente a la calidad de los productos.La atención es fantástica, muy atentos y guian a los nosotros los hombres a comprar el regalo adecuado para nuestra pareja. Cinco estrellas.
Compré un vestido en esta tienda hace un día porque mi equipaje se quedó en uno de mis vuelos. Mi equipaje llegó antes de lo esperado, así que quería devolver el vestido. Cuando llegué a la tienda, la señora dijo que solo podía cambiarlo por otro artículo, cuando el recibo decía que aceptaban cambios o devoluciones (como lo haría cualquier tienda normal). Después de convencerla de que legalmente debería poder devolver el vestido, ella necesitaba hacer una llamada para obtener la aprobación de su jefe. Su jefe dijo que una devolución con tarjeta de crédito (el método de pago original) no era posible porque era una tarjeta extranjera, lo que sé que se puede hacer. Dijeron que regresaran a las 6 en punto indicando que solo si tenían suficientes ventas devolverían el dinero en efectivo. Recomendaría evitar esta tienda porque parece que solo quieren su dinero. Además, el recibo había escrito mal mi nombre y la cajera me dijo que no podía hacer nada a menos que el contador estuviera allí. ¡Si no puedo devolver el vestido, ni siquiera podré cobrarle los impuestos en el aeropuerto porque el contador nunca apareció!
Laetitia tiene las MEJORES y más hermosas mini-mochilas hechas en Colombia.Compré uno el jueves, me encantó tanto que volví por dos más el viernes y hoy sábado volveré por más, porque son los regalos más bonitos para mis novias y en ningún lugar de Nueva York podría encontrar un pequeño tan lindo. Bolso que es tan original, étnico pero muy de moda.
La ropa aquí es a la vez elegante y sexy; Me encanta que en realidad se haga en Colombia. Muchas de las tiendas están vendiendo artículos hechos en Indonesia (o en cualquier otro lugar que no sea Colombia), así que en mi opinión, es un mejor recuerdo. Aunque la mujer que trabajaba allí y yo no podía hablar el mismo idioma (bueno), pudimos comunicarnos, ¡y fue muy dulce!