Es un lugar hermoso, todo el apoyo a la tercera edad es impresionante, es muy díficil ver a tantos abuelitos en la calle y aunque no estoy seguro que sea el caso de estos ancianos, da a entender porque las familias no se conduelen con ellos y tras de ello los malos tratos que les dan, no sabiendo que la vida da muchas vueltas y que ellos ancianos serán. Muy bien por el catolicismo siempre con las puertas abiertas a estos temas sociales.