Es una bellisima iglesia dentro de Bogotá. Lo especial de la iglesia no es su arquitectura o riqueza cultural histórica, lo bellísimo de la iglesia es la presencia y el homenaje al sacramento de la Eucaristía que Jesús nuestro Señor instituyo hace mas de dos mil años. En el sitio se siente la presencia de nuestro Señor y hace que las rodillas de aquellos que con fe llegan a dar gracias o pedir por sus problemas o necesidades, se doblen ante la majestad del que todo lo puede.
Pequeña, pero acogedora. Tiene aire acondicionado. Se manejan todos los protocolos de bioseguridad.
Ideal para compartir en familia y escuchar la palabra de Dios
Bien distribuido para una misa con no más de 24 personas
Muy bonita
Bueno