Horrible, uno va queriendo un rato agradable y luego de media hora se te quieren explotar los oídos. Esa música esta extremadamente alta. Se merecen es que los cierren por pasarse del número de decibeles permitidos.
Es un lugar con un ambiente mágico que reúne muchos elementos de la ideosincracia del Barranquillero. Es una explosión de color, música, bebidas y excelente atención. Presagio éxito para este lugar que es desde Ya un hito cultural de la ciudad. Visitamos hoy mismo y te sentirás encantado.