Salimos a caminar y nos encontramos este tesoro escondido. Deliciosa teerraza, refrescante jugo natural y un memorable panini de champiñones y pollo. El aroma de la albahaca de la comida y del caballero de la noche del lugar, una combinación perfecta. Con 23.000 pesos comimos tres personas. No dejen de ir.
La comida es deliciosa. La decoración del restaurante es muy orgánica y tienen variedad de comida. Comimos las opciones vegetarianas. Recomendado 100%.